domingo, 27 de mayo de 2012

Crece la concentración de tierras en manos extranjeras en América Latina

Los procesos de concentración, extranjerización y degradación de la tierra pasaron a ocupar un lugar central en las preocupaciones de organismos supranacionales y organizaciones no gubernamentales, como la Organizaciones de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que alertan acerca de los “efectos negativos de esos fenómenos sobre la seguridad alimentaria, el empleo agrícola y el desarrollo de la agricultura familiar”. En un estudio titulado “El acaparamiento de tierras en América Latina y el Caribe visto desde una perspectiva internacional más amplia”, sobre 17 países de la región, con especial enfoque en América del Sur y, en ella, básicamente en los cuatro países del Mercado Común del Sur (Mercosur) —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, grandes productores de alimentos—, la FAO advierte sobre la situación de Argentina y Brasil en aquellos tres procesos, para afirmar que “estamos ante una nueva ola de extranjerización que provocó un tremendo proceso de concentración” y un “alza descontrolada en el precio de la tierra, que en Uruguay, por ejemplo, se multiplicó por siete en los últimos 10 años”. Uruguay tiene una superficie cultivable de 16 millones de hectáreas. En la última década se realizaron operaciones por 6.3 millones de hectáreas. Según los últimos datos estadísticos del estatal Instituto Nacional de Colonización, el 83% de los campos vendidos en el 2010 (336,000 Ha) fue comprado por extranjeros, incluyendo europeos, brasileños, argentinos, neozelandeses, coreanos y estadunidenses. Hasta ahora, cuando se hablaba de extranjerización de la tierra, los organismos del sistema de las Naciones Unidas se referían a acciones privadas de inversionistas (especuladores) movidos por el afán de lucro. En el informe, presentado en noviembre del año pasado, se pone el acento por primera vez en el acaparamiento de tierras, o “land grabbing”, definido como la compra de tierras destinadas a la producción de alimentos en la que también participan gobiernos extranjeros. Así como la FAO se ocupa de las tierras extranjerizadas para uso con fines de producción de alimentos u otros vegetales destinados a la elaboración de biocombustibles, otras entidades hablan de la venta y concentración para desarrollos mineros o turísticos. Grain, organización internacional que trabaja apoyando campesinos y movimientos sociales, cita los casos de empresas mineras como la estadunidense Newmont Mining, que explota el yacimiento aurífero de Yanacocha, en Cajamarca, Perú, y las inversiones de la canadiense Barrick Gold en “toda la zona alta de América del Sur”. Inversión en tierras Pero Grain también hace blanco en los Estados que se lanzaron a participar en el acaparamiento de tierras. No especifica las compras país por país, pero asegura que Corea del Sur es el primer comprador mundial, con 2.3 millones de hectáreas, seguido por China (2.1 millones) y Arabia Saudita (1.6 millones). Las razones de estas compras, explica, son obvias: se trata de Estados con gran crecimiento económico que cuentan con recursos suficientes para comprar donde sea los recursos naturales que no tienen, como soja, trigo y colza. En el caso de China —consumidor de prácticamente toda la soja transgénica que producen Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— “hay un intento de comprar tierras en países de gran riqueza natural y producir los alimentos que necesita para abastecer su mercado interno”, dice Grain. En el 2010, la justicia argentina frenó un acuerdo que había hecho la provincia sureña de Río Negro con Heilongjiang, por el cual transfería 254,000 Ha a esa empresa china que desarrollaría un megaemprendimiento con aquel fin. También en Argentina, el pasado 22 de febrero el gobierno de la provincia norteña de Chaco reveló que acababa de llegar a un acuerdo con una empresa paraestatal de Arabia Saudita por el que entregaba 200,000 hectáreas de tierras fiscales de la selva virgen conocida como “El Impenetrable”, que se destinarán a la producción de alimentos que serán exportadas al mercado saudita. A cambio, la empresa de Riad invertirá US$400 millones. Allí viven actualmente 60,000 indígenas wichi, que serán desplazados. International Land Coalition (ILC), alianza mundial de organizaciones de la sociedad civil e intergubernamentales que trabajan en la promoción de un acceso seguro y equitativo a la tierra, señala el rol “significativo que juegan las elites nacionales en el proceso de concentración de las tierras”, un fenómeno también observado por Fernando Eguren, presidente del Centro Peruano de Estudios Sociales, quien opinó que se trata, además, “de una concentración de influencias, de poder político en los ámbitos geográficos donde se está desarrollando, y también tiene que ver con restricciones a la democracia”. El estudio de la ILC , que no está referido exclusivamente a América Latina sino a “un conjunto de países en vías de desarrollo”, ofrece una conclusión sorprendente que ratifica el trasfondo especulativo de las inversiones: sobre 71 millones de hectáreas que cambiaron de mano en el 2010, el 58% fue destinado a la plantación de vegetales para uso en la elaboración de biocombustibles, el 22% para minería, turismo, industria y desarrollos forestales y sólo el 20% fue afectado a la producción de alimentos. Beneficios fiscales La FAO alertó sobre la inconveniencia de políticas oficiales que favorecen la concentración mediante incentivos con los que, teóricamente, se busca fomentar determinadas actividades productivas pero que en definitiva significan una transferencia de recursos públicos a terceros. Cita entre esas políticas los beneficios fiscales para planes de riego (en Perú y Chile), de desarrollo forestal (en Chile y Uruguay) y para el fomento de las exportaciones silvoagropecuarias y los cultivos ligados a los biocombustibles (en la mayoría de los países). La agencia de la ONU señala que los cuatro países del Mercosur concentran la mitad del comercio mundial de soja, oleaginosa que cultivan a partir de semillas genéticamente modificadas, en cuyo cultivo no se emplea el laboreo humano sino un sistema llamado de “siembra directa” que requiere grandes cantidades de glifosato, un herbicida que provoca graves daños en las personas y en el ecosistema. “Esta combinación disminuye a largo plazo la productividad, fomenta el mal uso del agua y favorece la erosión”, dijo la FAO. El grueso de la tierra afectada a ese cultivo en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay está en manos de grupos extranjeros, multinacionales como Monsanto y Syngenta o sociedades anónimas. Esas características son las que le permiten a Grain denunciar la forma de laboreo de las semillas transgénicas: “A los inversionistas especulativos no les interesa cuidar ni el suelo ni el ambiente, cuando en alguna parte han agotado el recurso tierra simplemente se mudan”. Palabras clave: América Latina, concentración tierras, extranjeros, FAO Enlace: http://www.noticiasaliadas.org/articles.asp?art=6612 Author: Alejo Álvares Publicado por: Noticias Aliadas

sábado, 28 de agosto de 2010

Algodon, Campaña Agricola 2010/2011

SITUACION ACTUAL PARA TENER EN CUENTA EN EL DEBATE SOBRE ALGODON

En el marco de nuestra lucha por el desarrollo nacional la Federación Nacional Campesina –FNC- ha venido planteando, sosteniendo y defendiendo que la producción algodonera constituye la base principal para la sobrevivencia y sustento familiar del campesinado pobre; así mismo, está colocado como uno de los ejes que históricamente sostiene la economía nacional.

A tener en cuenta para esta campaña 2010/2011

Semilla:

· La Semilla Nacional - IAN 425 - estará disponible solamente 5 a 7 mil bolsas para igual cantidad de has. Según los técnicos del MAG y SENAVE solamente alrededor de 40% de los producidos para semilla va a servir. Esta semilla fue producida por Manufactura Pilar, IAN, FNC. Y alrededor de 5 mil bolsas de la COODOTEC 405.

· Se plantea desde el MAG y los de CADELPA importar desde Argentina o Brasil por lo menos para llegar a 40 mil hectáreas en esta Zafra.

· La CADELPA y la Coordinadora Agrícola (CAP) plantean importar semilla Transgénica, argumentando que en Argentina el 95% de la semilla son transgénica y en Brasil está muy cara la semilla tradicional.

PROPUESTA Y POSICIONAMIENTO DE LA FNC:

· SEMILLA NACIONAL es Soberanía por eso creemos que EXISTE LA MANO DEL IMPERIALISMO para que nuestra semilla solamente pueda servir alrededor de 40%, sin dejar nuestra responsabilidad en la falta de control permanente en el proceso. Mucho más aún está expresado con la intención y exigencia de CADELPA y la CAP para la importación de la semilla transgénica (de manejo mecánico).

· Desde la FNC planteamos la Distribución de la Semilla a través de las Instituciones Públicas, principalmente por el CAH como parte del Crédito y/o por la transferencia que recibe los compañeros/as por la reprogramación de sus deudas. Esta propuesta aún no esta aceptada por el MAG y CAH.

· Distribuimos una planilla para llenar después del debate, con Nombres y Apellidos, cantidad de Has y Firmas, para tener cuantificados por Distritos y Departamentos la cantidad de semilla necesitadas.

· AUMENTAR A 1000 (mil) Hectáreas este año en los Departamentos de Caaguazú, San Pedro, Canindeyú y Caazapá, principalmente en los Asentamientos para la reproducción de semillas de la VARIEDAD NACIONAL -IAN 425-. La misma ya es un compromiso con el MAG.

- Según el MAG la perspectiva de precio local de Algodón esta sobre los 2000 gs el kilo.

FEDERACION NACIONAL CAMPESINA –FNC-

miércoles, 8 de julio de 2009

Misión de Observación

Informe de la Misión de Observación sobre las represiones ocurridas en Caaguazú a miembros de la Federación Nacional Campesina (FNC).

Elaborado por BASE Investigaciones Sociales (BASE IS) – Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (CODEHUPY).

Desde el 22 de junio de 2009, unos 800 integrantes de la FNC acampaban al costado de la Ruta 7, a la altura del kilómetro 179, barrio Toro Blanco de la ciudad de Caaguazú. Allí realizaban cortes de ruta intermitentes, como mecanismo de presión al gobierno para el cumplimiento de sus demandas y también como medio para dar a conocer la realidad del campesinado a la ciudadanía en general. Entre sus principales demandas se encuentran: la condonación de las deudas de los pequeños productores que, ante la sequía y la baja de los precios de los productos, viven en la desesperación ante la posibilidad de perder todo lo que tienen; la reforma agraria integral como prometió el actual gobierno en su campaña electoral y que incluye, la distribución de tierra, la dotación de infraestructura a las comunidades, la facilitación de servicios de salud y educación, entre otras cosas.

El domingo 5 de julio, a pocos metros del campamento, se produce un violento asalto a un comercio, que termina con la muerte del propietario. Según testigos desconocidos, luego de ocurridos los hechos, los maleantes ingresaron a las carpas de la Federación, con una escopeta que robaron del comercio. Llama la atención que pretendan esconderse a escasos metros de donde cometieron el delito, y además, que según muchos campesinos entrevistados, el comerciante de la zona solía prestar ayuda a los acampados en la ruta.

El lunes 6, a las 7.20 de la mañana, se presenta la fiscala Fanny Villamayor y otros dos fiscales, acompañados de un escuadrón de la policía para catear el campamento, en busca del rifle perdido, que sería la evidencia del crimen. El operativo comienza con toda violencia (algo extraño para un trabajo que debería ser de inteligencia y no de fuerza bruta), y los campesinos y campesinas son dispersados por la ciudad de Caaguazú, donde comienzan a ser perseguidos y violentados por la policía. La policía no respetó territorio, edad, sexo ni condición física de las personas para reprimir. A quien alcanzaban, pegaban con salvajismo, sea anciano, mujer o discapacitado. Según oficiales de la policía quien daba órdenes de ejercer violencia era la fiscala Fanny Villamayor.

Luego de haber sido dispersados, los manifestantes se volvieron a reagrupar en la plaza principal de Caaguazú, donde de nuevo la violencia policial entró en acción. Fueron hasta la Iglesia, pero, al parecer, la orden de dispersar la movilización era tan clara que hasta allí siguió la persecución del aparato represivo. Finalmente encontraron una zona franca, luego de negociaciones con el Intendente municipal, en el tinglado municipal de la ciudad, donde permanecen hasta ahora.

El saldo del operativo fue de varias decenas de heridos, entre los que se cuentan mujeres, menores de edad, ancianos mayores de 70 años, discapacitados. Unas 50 personas fueron detenidas e imputadas por “Resistencia” y “Exposición a riesgos comunes”. La única resistencia que hubo, según mencionan los campesinos fue contra las cachiporras, los balines, los caballos de la montada. Una resistencia por defender la propia integridad física. Además, como en otros casos, las víctimas denuncian el saqueo de sus bienes personales, entre los que se pueden contar celulares, dinero en efectivo, frazadas, colchones y otras cosas.

Llamativamente, y para concluir con las incoherencias de la fiscalía y las fuerzas policiales, en la tarde del mismo lunes 6, otros dos campamentos de la FNC fueron reprimidos y dispersados. Uno, a 15km de Caaguazú, en dirección a Asunción, en la calle Paraguarí, donde había 100 campesinos/as que al ver venir a la policía se adentraron hacia la comunidad Kurusú Araujo, a 7km de la ruta internacional. Hasta allí fueron perseguidos y nuevamente violentados. El otro, a 20km de Caaguazú en dirección a Ciudad del Este, en la localidad de Vyra’ygua. Sobre el caso no se tienen informaciones precisas, pero, el procedimiento habría sido el mismo.

Las imágenes son testigos de la violencia salvaje utilizada por la policía y alentada por los fiscales. Bajo ningún punto de vista se puede seguir justificando este tipo de operativos por parte de la policía. Urge purgar el aparato fiscal y la justicia, al mismo tiempo que la cabeza del Ministerio del Interior debe entrar en razón, para recordar y respetar los Derechos Humanos reconocidos por el Estado paraguayo.

(click en la imagen para agrandar)